martes, 10 de abril de 2012

Trastornos Afectivos Estacionales.

Muchos de los chilenos sentirá en los meses  de otoño e invierno cansancio, desánimo y aumento de peso a medida que los días se acorten y haya menos luz solar. Son los síntomas de la "depresión otoñal", para la cual  es necesario realizar el  tratamiento adecuado.
Es frecuente que al llegar la primavera la mayoría de las personas se sientan más vitales, realicen más actividad física, bajen de peso con dietas más livianas y vean aumentados sus deseos de realizar actividades al aire libre. Por el contrario, cuando los días otoñales tienen menos horas de luz solar y baja la temperatura ambiente tienden a ingerir comidas más copiosas, a subir de peso y a tener menos deseos de realizar actividad física. Algo semejante a lo que sucede en la naturaleza, donde se observa una disminución en la actividad de las plantas y animales durante el otoño y el invierno. El TAE es generalmente una enfermedad estacional crónica, recurrente que dura toda la vida. Se caracteriza por episodios recurrentes de depresión en ciertos meses del año que alternan con períodos de estado de ánimo normal el resto del año. 

Generalmente las personas afectadas con TAE, se deprimen durante el otoño y el invierno y se sienten mejor durante la primavera y el verano. También se conoce de casos no típicos en los que la persona se deprime durante el verano. La mayoría de pacientes con TAE son mujeres cuya enfermedad por lo general empieza entre los 20 y 29 años de edad. Versiones más leves de TAE  han sido reportadas entre niños y adolescentes. Muchos pacientes con TAE han informado que tienen un pariente con una enfermedad psiquiátrica, con mayor frecuencia un trastorno depresivo o abuso de alcohol severo.
Entre las características usuales de depresión de invierno recurrente se incluyen el dormir demasiado, antojos de carbohidratos y aumento de peso. Otros síntomas incluyen las características usuales de la depresión, especialmente, una disminución en el apetito sexual, letargia, desesperanza, pensamientos suicidas y retiro social. La depresión de verano recurrente también puede incluir insomnio, pero tiene mayor probabilidad de estar caracterizada por reducción del apetito, pérdida de peso y agitación constante o ansiedad. La característica más común de los pacientes con TAE es la reacción que presentan ante los cambios en la luz ambiental. Los pacientes que viven en diferentes latitudes observan que sus depresiones de invierno son más largas y profundas entre más al norte o al sur  vivan. Los pacientes con TAE a veces informan que su depresión empeora cuando el tiempo está nublado y/o el alumbrado interior se diminuye. Es posible que la reducción de la cantidad de horas de luz afecte el equilibrio de ciertos compuestos químicos en el cerebro, dando lugar a síntomas de depresión. Se ha mostrado que la luz fluorescente brillante (no ordinaria) revierte los síntomas depresivos de invierno de TAE en la mayoría de las personas (Luminoterapia). Si un profesional de la salud mental hace un diagnóstico de TAE, deberá indicar terapia de luz. Una caja de luz consiste en luz fluorescente de espectro total (sin los rayos ultravioletas nocivos) diseñada para proporcionar luz brillante a los enfermos. El profesional de la salud mental instruirá al paciente de cómo y cuándo ha de emplear la caja de luz. Se emplea más comúnmente en la mañana. La duración e intensidad de exposición a la luz se receta muy por el estilo a un régimenfarmacológico, y por lo general es un psiquiatra quien lo receta. Algunos pacientes pueden responder a los medicamentos antidepresivos. La característica de este trastorno es su evolución cíclica con la reaparición de los síntomas en invierno (acortamiento de  los períodos lumínicos). Los síntomas son similares a los de la depresión mayor, aunque menos severos y suele presentarse un marcado aumento del apetito por carbohidratos.
El equipo emisor de luz para Luminoterapia es útil a personas afectadas por disfunciones del ritmo circadiano, trastornos del sueño, estados de ansiedad y/o depresión, producción hormonal (seretonina, melatonina y hormonas controladas por el  Reloj Biológico del hipotálamo.


Desde que era adolescente, María. (34 años) sabe que cuando comience el otoño y la luz solar empiece a disminuir, la nostalgia invadirá sus pensamientos y pronto también lo harán la angustia y la pena. Así se inicia su depresión de invierno que va acompañada de una agudización del sueño. "Entre mayo y julio llego a mi casa y me acuesto al tiro. Y aunque haya dormido muchas horas, igual me cuesta levantarme y comenzar el día, así que evito las salidas nocturnas”.Este panorama cambia radicalmente cuando aparece la primavera y comienza a oscurecer más tarde.María se puede levantar más temprano y anda sin somnolencia en el día, a diferencia del período invernal. Porque el cambio de estación no sólo afecta su ánimo, sino también su hipersomnia (necesidad de dormir más de diez horas), que se exacerba durante el invierno. Básicamente, lo que enferma a María y a muchas otras personas es la disminución de la luz solar que se produce durante ese período. Un fenómeno que afecta principalmente a aquellas personas que viven más cerca de los polos, donde los períodos luminosos en invierno son menores. De hecho, se estima que en Estados Unidos 10 millones de personas sufren de depresión estacional y que otros 25 millones padecen de versiones menos severas. Sin embargo, la disminución de luz solar no sólo afecta el ánimo de las personas, sino que también en algunos casos puede exacerbar los síntomas y complicaciones de otros trastornos como la hipersomnia, el trastorno disfórico premenstrual (baja de energía) y la bulimia.
Asi que Ojo con Chile, pero arriba el animo porque esto se puede contrarrestarse, luego les daré los tips ;)

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